Te vas a caer, y no una, sino cientos de veces. Irás tranquilamente por la vida y de golpe meterás el pie en una zanja. No lo verás venir, te pillará por sorpresa, dolerá que te cagas. Y siempre te quedará una herida o un millón de cicatrices que impedirán que todas tus caídas queden en el olvido.
Te harán sufrir. Muchas veces será de manera involuntaria y otras tantas serás el objetivo claro de cualquier dardo que sabe muy bien hacia dónde apunta. Permanecerás expuesto al riesgo de ser tocado y hundido. Confiarás ciegamente y tu ceguera se convertirá en el arma de aquel al que te enfrentas.
No siempre obtendrás todo aquello que deseas. Desde que tienes uso de razón todo lo que te rodea te será insuficiente y siempre aspirarás a más, unas veces lo lograrás y otras muchas se perderá por el camino. La insatisfacción formará parte de tu vida y te impedirá valorar lo que si está en tus manos.
Perderás personas por el camino y ganarás otras tantas. Es parte de la vida, es ciclo, es cambio. No siempre vas a tener el mismo número de amigos así que es estúpido aferrarte a una vida que en cualquier momento puede evaporarse. No olvides a los esenciales y apóyate en ellos porque serán lo único que tengas cuando todo falte.
Amarás y serás correspondido. Te amarán y tu no sentiras lo mismo. Amarás y no será recíproco. Lo quieras o no de alguna forma u otra el amor siempre tendrá cierto protagonismo, ya sea porque está presente o porque te falta. Pero siempre estará ahí y normalmente desearás en muchas ocasiones el estado contrario al que te encuentras. Nunca será suficiente hasta que sientas que si pierdes a alguien, toda tu vida se va con esa persona. Y entonces amigo, solo entonces deberás perder el equilibrio; porque a veces perder el equilibrio por amor es la forma de encontrarlo.
Tendrás miedos. De todas las clases y colores, miedos para todas las edades, para todos los públicos. Serán tu muralla en incontables ocasiones y harán más difícil el camino. Le harán la sombra a tus sueños y si no los sabes controlar acabarán por ser los dueños de todo lo que eres, sientes y representas.
Perderás el control y darás un volantazo. En cada etapa será por un motivo diferente. Cuando eres niño porque no tienes conciencia de acto, cuando eres adolescente porque deseas rebeldía, cuando eres adulto porque no podrás hacer frente a todo lo que se te venga encima y cuando seas viejo porque el tiempo y los años serán más fuertes que todo tu cuerpo.
No será fácil, pero tampoco será en vano. Muchas veces sentirás que la balanza de los "contras" se come a la de los "pros" y es ahí cuando encontrarás a alguien, o tendrás hijos, o lograrás tachar una de las cosas de tu lista, o te agradecerán algo...es ahí cuando la vida te demostrará que si luchas puedes perder pero que si no luchas estás perdido. Solo cometiendo errores, haciéndote daño o exponiéndote a los riesgos puedes experimentar el placer de todo lo bueno que te suceda.
Dicen que solo existe la mala suerte, que la buena suerte se la tiene que crear uno mismo por su cuenta y riesgo. Siempre podrán sucederte cosas que no estaban entre tus planes y que los desbaraten por completo pero si no sales ahí afuera, a comerte el mundo, no podrás encontrarte con muchas otras que den pie a nuevas historias. Solo habiendo tocado fondo, puedes sentir la belleza de subir hasta las nubes, hasta el infinito y más allá.
lunes, 28 de noviembre de 2011
miércoles, 23 de noviembre de 2011
She got the power to be, the power to give, the power to see.
Ella camina por la calle, con paso firme, mirada altiva, al ritmo de la música y la cabeza llena de sueños. No tiene rumbo fijo, lo hace por instinto, empujada por algo más fuerte que su propia barrera. Y no descansa, se detiene a ratos, echa un vistazo alrededor, se para a observar detenidamente algo, pero sin perder el ritmo. Se ve reflejada en los escaparates, algunas veces con menos claridad que otras, pero sin dejar de sentir el reflejo de su ropa, su sonrisa, su pelo. Nadie la saluda pero todos la miran, cómo no hacerlo si, a pesar de estar en silencio, va gritando su nombre al viento. Ella es el verbo poder, querer, sentir, amar, lograr, ganar, perder, luchar...ser. Es todos los adjetivos bonitos y algunos de los feos. Porque, como todos, se equivoca, a veces cruza de acera sin mirar, o mete el pie en un charco, o se choca contra un muro por tener la vista siempre en el cielo. El cielo, su objetivo, su infierno; todo lo que siempre ha querido y a la vez todo lo que le da miedo. Ella es la caja de Pandora, el trago de agua en pleno desierto, la primera hoja verde de la primavera, representa todo lo misterioso y todo lo bello. Tiene coraje y tiene miedo. Tiene sonrisas y lágrimas. Tiene mucha ropa y poco espacio. Tiene los pies en la tierra y la mirada en el cielo. Es de todos y a la vez de nadie, siempre tiende a volar salvaje, no tiene dueño, para que te pertenezca tienes que dejarla libre, solo así tendrás un trocito de su pensamiento. Es una trotamundos, un torbellino, un huracán, la tormenta perfecta. Llegará y hará el caos del orden, no dejará nada en su sitio. Porque su cara es el mapa del mundo. Sus ojos una puerta a sus secretos. Su pelo el fiel reflejo de su rebeldía. Su sonrisa, lo que en ella queda de niña. Ella camina, corre, vuela...solo quiere el mundo a sus pies. Y ya lo tiene, lo tiene desde el primer día.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Cosas de feos...
Él y Ella. No recuerdan por qué sucedió todo, ni qué ropa llevaban, ni cual fue su primer pensamiento al verse, pero saben que aquel día empezó algo. Algo que tras varios años, muchas confidencias y alguna que otra crisis amorosa continúa existiendo, intacto desde el primer día y ellos un poco más viejos. Él era el deporte, Ella la antítesis, Él era la sonrisa, Ella los ojos, Él era el pueblo y Ella la ciudad. Detrás de una pantalla se han contado sus vidas, se han mantenido al tanto de todo lo que en ellas sucedía....se han hecho amigos, quizás de los mejores. Solo el centro de Madrid ha sido testigo de sus pocos encuentros y ahora espera impaciente a que llegue el siguiente. Él y Ella. No recuerdan los detalles pero saben que sucedió unos cuantos veranos atrás, en una playa llamada Mojácar, dentro de una urbanización con mucha historia. Y también saben que desde ese día, en esa playa...comenzaron a ser dos. Y lo que les queda.
Lo prometido es deuda, feo.
Lo prometido es deuda, feo.
martes, 1 de noviembre de 2011
Y de pronto...sucede
Ocurre. De un día para otro sin apenas darte tiempo para la reacción o la mínima respuesta, ocurre. Todo aquello en lo que has pensado siempre, eso que te ha tenido tantas noches en vela, que te ha llevado a discutir con medio planeta, que te ha hecho sentir una ingenua, que te ha llevado a perder la cabeza...te enamoras.
Qué sencillo resulta cambiar de un lado al otro de la acera, un día caminas por la calle del cinismo riéndote de todo y de todos como si el mundo fuese demasiado crédulo como para ser cierto y tú fueses el único cuerdo que realmente sabe lo que se cuece entre bastidores. Y al otro, eres un idiota más. Has caído en la trampa a pesar de todos y cada uno de los post-it que te has ido pegando por el cuerpo recordándote que era la mayor farsa jamás contada, una auténtica tragedia griega. ¡Qué rápido se la da la vuelta a la tortilla! Y lo mejor de todo es que tu inteligente cerebro decide borrar todo aquello que un día creyó religiosamente y ya no recuerda ni cómo se veían las cosas desde el otro lado de la cama.
Ocurre. Noches en vela, promesas en la parte trasera de un coche, amor entre las sábanas, desgaste de labios, silencios hablados, ilusiones resucitadas, creencias estúpidas, falta de palabras, extra de pasión, fuegos artificiales, roce de mejillas, Big Mac's para dos, peleas en baños de discoteca, canciones a todo trapo con ventanillas bajadas, miradas hacia el futuro, temores del pasado, distancias que se acortan, secretos en un restaurante, tickets que resumen una vida, álbumes de aventuras hechas y por hacer, películas que te identifican, libros que unen, áticos que te esperan...
Es...como una montaña rusa. La velocidad que alcanzas es mucho mayor que a la que estás expuesta normalmente, tienes ganas de subirte pero cierta parte de ti teme que pueda no resultar como creías o que el cinturón que te has puesto sea insuficiente, se abra y caigas al vacío. Cuando decides dar el paso parece que no va a arrancar nunca pero sientes que tienes todo controlado...hasta que realmente empieza. Y es ahí cuando pierdes toda ubicación, no te puedes parar a pensar nada porque ni siquiera tienes tiempo, todo va muy deprisa y aunque se ve borroso tienes fotografías mentales que una vez estés abajo pueden recordarte cómo te sentías ahí arriba. Es locura, éxtasis y adrenalina.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre...
Y de pronto... sucede la mayor aventura de todas.
Qué sencillo resulta cambiar de un lado al otro de la acera, un día caminas por la calle del cinismo riéndote de todo y de todos como si el mundo fuese demasiado crédulo como para ser cierto y tú fueses el único cuerdo que realmente sabe lo que se cuece entre bastidores. Y al otro, eres un idiota más. Has caído en la trampa a pesar de todos y cada uno de los post-it que te has ido pegando por el cuerpo recordándote que era la mayor farsa jamás contada, una auténtica tragedia griega. ¡Qué rápido se la da la vuelta a la tortilla! Y lo mejor de todo es que tu inteligente cerebro decide borrar todo aquello que un día creyó religiosamente y ya no recuerda ni cómo se veían las cosas desde el otro lado de la cama.
Ocurre. Noches en vela, promesas en la parte trasera de un coche, amor entre las sábanas, desgaste de labios, silencios hablados, ilusiones resucitadas, creencias estúpidas, falta de palabras, extra de pasión, fuegos artificiales, roce de mejillas, Big Mac's para dos, peleas en baños de discoteca, canciones a todo trapo con ventanillas bajadas, miradas hacia el futuro, temores del pasado, distancias que se acortan, secretos en un restaurante, tickets que resumen una vida, álbumes de aventuras hechas y por hacer, películas que te identifican, libros que unen, áticos que te esperan...

Ocurre.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre...
Y de pronto... sucede la mayor aventura de todas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)