sábado, 17 de diciembre de 2011
Closer to the edge
Dices que no hay muro que se te resista, que todas las montañas pueden escalarse por mucha pendiente que tengan, que nada es imposible. Dices tantas cosas que eres incapaz de recordarlas todas. Hablas, hablas y hablas de todo lo que has logrado en un pasado ya sea reciente o lejano y también de todo aquello que te propones en un futuro, por complicado que sea. Has tenido el valor de retar al miedo, a la soledad, a la indiferencia; has luchado en mil batallas y aunque no las has ganado todas, sigues al pie del cañón, esperando a la próxima. No has tenido miedo a alzar la voz cuando algo no te gustaba y en muchas ocasiones la fuerza de tus palabras ha arrasado con todo. Dices que solo hay una vida y que hay que vivirla, que prefieres morir joven habiendo jugado todas tus cartas a tener 90 años y no haber tenido nunca el valor de cerrar una puerta y saltar por una ventana. A decir verdad, no te callas. Has sido la teoría y también la práctica, siempre buscando el equilibrio, siempre buscando hacer lo que decías y decir lo que pensabas. Y ahora nena, por irónico que parezca, estás asustada. Si, has subido una montaña y ahora te encuentras al borde de un precipicio, pero no saltas. Quizás, sea hora de reconocer que necesitas algo más que tu coraje para dar el siguiente paso, puede que necesites alguien dispuesto a cogerte al otro lado. Sólo por si acaso..
lunes, 28 de noviembre de 2011
Over the rainbow, so high
Te vas a caer, y no una, sino cientos de veces. Irás tranquilamente por la vida y de golpe meterás el pie en una zanja. No lo verás venir, te pillará por sorpresa, dolerá que te cagas. Y siempre te quedará una herida o un millón de cicatrices que impedirán que todas tus caídas queden en el olvido.
Te harán sufrir. Muchas veces será de manera involuntaria y otras tantas serás el objetivo claro de cualquier dardo que sabe muy bien hacia dónde apunta. Permanecerás expuesto al riesgo de ser tocado y hundido. Confiarás ciegamente y tu ceguera se convertirá en el arma de aquel al que te enfrentas.
No siempre obtendrás todo aquello que deseas. Desde que tienes uso de razón todo lo que te rodea te será insuficiente y siempre aspirarás a más, unas veces lo lograrás y otras muchas se perderá por el camino. La insatisfacción formará parte de tu vida y te impedirá valorar lo que si está en tus manos.
Perderás personas por el camino y ganarás otras tantas. Es parte de la vida, es ciclo, es cambio. No siempre vas a tener el mismo número de amigos así que es estúpido aferrarte a una vida que en cualquier momento puede evaporarse. No olvides a los esenciales y apóyate en ellos porque serán lo único que tengas cuando todo falte.
Amarás y serás correspondido. Te amarán y tu no sentiras lo mismo. Amarás y no será recíproco. Lo quieras o no de alguna forma u otra el amor siempre tendrá cierto protagonismo, ya sea porque está presente o porque te falta. Pero siempre estará ahí y normalmente desearás en muchas ocasiones el estado contrario al que te encuentras. Nunca será suficiente hasta que sientas que si pierdes a alguien, toda tu vida se va con esa persona. Y entonces amigo, solo entonces deberás perder el equilibrio; porque a veces perder el equilibrio por amor es la forma de encontrarlo.
Tendrás miedos. De todas las clases y colores, miedos para todas las edades, para todos los públicos. Serán tu muralla en incontables ocasiones y harán más difícil el camino. Le harán la sombra a tus sueños y si no los sabes controlar acabarán por ser los dueños de todo lo que eres, sientes y representas.
Perderás el control y darás un volantazo. En cada etapa será por un motivo diferente. Cuando eres niño porque no tienes conciencia de acto, cuando eres adolescente porque deseas rebeldía, cuando eres adulto porque no podrás hacer frente a todo lo que se te venga encima y cuando seas viejo porque el tiempo y los años serán más fuertes que todo tu cuerpo.
No será fácil, pero tampoco será en vano. Muchas veces sentirás que la balanza de los "contras" se come a la de los "pros" y es ahí cuando encontrarás a alguien, o tendrás hijos, o lograrás tachar una de las cosas de tu lista, o te agradecerán algo...es ahí cuando la vida te demostrará que si luchas puedes perder pero que si no luchas estás perdido. Solo cometiendo errores, haciéndote daño o exponiéndote a los riesgos puedes experimentar el placer de todo lo bueno que te suceda.
Dicen que solo existe la mala suerte, que la buena suerte se la tiene que crear uno mismo por su cuenta y riesgo. Siempre podrán sucederte cosas que no estaban entre tus planes y que los desbaraten por completo pero si no sales ahí afuera, a comerte el mundo, no podrás encontrarte con muchas otras que den pie a nuevas historias. Solo habiendo tocado fondo, puedes sentir la belleza de subir hasta las nubes, hasta el infinito y más allá.
Te harán sufrir. Muchas veces será de manera involuntaria y otras tantas serás el objetivo claro de cualquier dardo que sabe muy bien hacia dónde apunta. Permanecerás expuesto al riesgo de ser tocado y hundido. Confiarás ciegamente y tu ceguera se convertirá en el arma de aquel al que te enfrentas.
No siempre obtendrás todo aquello que deseas. Desde que tienes uso de razón todo lo que te rodea te será insuficiente y siempre aspirarás a más, unas veces lo lograrás y otras muchas se perderá por el camino. La insatisfacción formará parte de tu vida y te impedirá valorar lo que si está en tus manos.
Perderás personas por el camino y ganarás otras tantas. Es parte de la vida, es ciclo, es cambio. No siempre vas a tener el mismo número de amigos así que es estúpido aferrarte a una vida que en cualquier momento puede evaporarse. No olvides a los esenciales y apóyate en ellos porque serán lo único que tengas cuando todo falte.
Amarás y serás correspondido. Te amarán y tu no sentiras lo mismo. Amarás y no será recíproco. Lo quieras o no de alguna forma u otra el amor siempre tendrá cierto protagonismo, ya sea porque está presente o porque te falta. Pero siempre estará ahí y normalmente desearás en muchas ocasiones el estado contrario al que te encuentras. Nunca será suficiente hasta que sientas que si pierdes a alguien, toda tu vida se va con esa persona. Y entonces amigo, solo entonces deberás perder el equilibrio; porque a veces perder el equilibrio por amor es la forma de encontrarlo.
Tendrás miedos. De todas las clases y colores, miedos para todas las edades, para todos los públicos. Serán tu muralla en incontables ocasiones y harán más difícil el camino. Le harán la sombra a tus sueños y si no los sabes controlar acabarán por ser los dueños de todo lo que eres, sientes y representas.
Perderás el control y darás un volantazo. En cada etapa será por un motivo diferente. Cuando eres niño porque no tienes conciencia de acto, cuando eres adolescente porque deseas rebeldía, cuando eres adulto porque no podrás hacer frente a todo lo que se te venga encima y cuando seas viejo porque el tiempo y los años serán más fuertes que todo tu cuerpo.
No será fácil, pero tampoco será en vano. Muchas veces sentirás que la balanza de los "contras" se come a la de los "pros" y es ahí cuando encontrarás a alguien, o tendrás hijos, o lograrás tachar una de las cosas de tu lista, o te agradecerán algo...es ahí cuando la vida te demostrará que si luchas puedes perder pero que si no luchas estás perdido. Solo cometiendo errores, haciéndote daño o exponiéndote a los riesgos puedes experimentar el placer de todo lo bueno que te suceda.
Dicen que solo existe la mala suerte, que la buena suerte se la tiene que crear uno mismo por su cuenta y riesgo. Siempre podrán sucederte cosas que no estaban entre tus planes y que los desbaraten por completo pero si no sales ahí afuera, a comerte el mundo, no podrás encontrarte con muchas otras que den pie a nuevas historias. Solo habiendo tocado fondo, puedes sentir la belleza de subir hasta las nubes, hasta el infinito y más allá.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
She got the power to be, the power to give, the power to see.
Ella camina por la calle, con paso firme, mirada altiva, al ritmo de la música y la cabeza llena de sueños. No tiene rumbo fijo, lo hace por instinto, empujada por algo más fuerte que su propia barrera. Y no descansa, se detiene a ratos, echa un vistazo alrededor, se para a observar detenidamente algo, pero sin perder el ritmo. Se ve reflejada en los escaparates, algunas veces con menos claridad que otras, pero sin dejar de sentir el reflejo de su ropa, su sonrisa, su pelo. Nadie la saluda pero todos la miran, cómo no hacerlo si, a pesar de estar en silencio, va gritando su nombre al viento. Ella es el verbo poder, querer, sentir, amar, lograr, ganar, perder, luchar...ser. Es todos los adjetivos bonitos y algunos de los feos. Porque, como todos, se equivoca, a veces cruza de acera sin mirar, o mete el pie en un charco, o se choca contra un muro por tener la vista siempre en el cielo. El cielo, su objetivo, su infierno; todo lo que siempre ha querido y a la vez todo lo que le da miedo. Ella es la caja de Pandora, el trago de agua en pleno desierto, la primera hoja verde de la primavera, representa todo lo misterioso y todo lo bello. Tiene coraje y tiene miedo. Tiene sonrisas y lágrimas. Tiene mucha ropa y poco espacio. Tiene los pies en la tierra y la mirada en el cielo. Es de todos y a la vez de nadie, siempre tiende a volar salvaje, no tiene dueño, para que te pertenezca tienes que dejarla libre, solo así tendrás un trocito de su pensamiento. Es una trotamundos, un torbellino, un huracán, la tormenta perfecta. Llegará y hará el caos del orden, no dejará nada en su sitio. Porque su cara es el mapa del mundo. Sus ojos una puerta a sus secretos. Su pelo el fiel reflejo de su rebeldía. Su sonrisa, lo que en ella queda de niña. Ella camina, corre, vuela...solo quiere el mundo a sus pies. Y ya lo tiene, lo tiene desde el primer día.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Cosas de feos...
Él y Ella. No recuerdan por qué sucedió todo, ni qué ropa llevaban, ni cual fue su primer pensamiento al verse, pero saben que aquel día empezó algo. Algo que tras varios años, muchas confidencias y alguna que otra crisis amorosa continúa existiendo, intacto desde el primer día y ellos un poco más viejos. Él era el deporte, Ella la antítesis, Él era la sonrisa, Ella los ojos, Él era el pueblo y Ella la ciudad. Detrás de una pantalla se han contado sus vidas, se han mantenido al tanto de todo lo que en ellas sucedía....se han hecho amigos, quizás de los mejores. Solo el centro de Madrid ha sido testigo de sus pocos encuentros y ahora espera impaciente a que llegue el siguiente. Él y Ella. No recuerdan los detalles pero saben que sucedió unos cuantos veranos atrás, en una playa llamada Mojácar, dentro de una urbanización con mucha historia. Y también saben que desde ese día, en esa playa...comenzaron a ser dos. Y lo que les queda.
Lo prometido es deuda, feo.
Lo prometido es deuda, feo.
martes, 1 de noviembre de 2011
Y de pronto...sucede
Ocurre. De un día para otro sin apenas darte tiempo para la reacción o la mínima respuesta, ocurre. Todo aquello en lo que has pensado siempre, eso que te ha tenido tantas noches en vela, que te ha llevado a discutir con medio planeta, que te ha hecho sentir una ingenua, que te ha llevado a perder la cabeza...te enamoras.
Qué sencillo resulta cambiar de un lado al otro de la acera, un día caminas por la calle del cinismo riéndote de todo y de todos como si el mundo fuese demasiado crédulo como para ser cierto y tú fueses el único cuerdo que realmente sabe lo que se cuece entre bastidores. Y al otro, eres un idiota más. Has caído en la trampa a pesar de todos y cada uno de los post-it que te has ido pegando por el cuerpo recordándote que era la mayor farsa jamás contada, una auténtica tragedia griega. ¡Qué rápido se la da la vuelta a la tortilla! Y lo mejor de todo es que tu inteligente cerebro decide borrar todo aquello que un día creyó religiosamente y ya no recuerda ni cómo se veían las cosas desde el otro lado de la cama.
Ocurre. Noches en vela, promesas en la parte trasera de un coche, amor entre las sábanas, desgaste de labios, silencios hablados, ilusiones resucitadas, creencias estúpidas, falta de palabras, extra de pasión, fuegos artificiales, roce de mejillas, Big Mac's para dos, peleas en baños de discoteca, canciones a todo trapo con ventanillas bajadas, miradas hacia el futuro, temores del pasado, distancias que se acortan, secretos en un restaurante, tickets que resumen una vida, álbumes de aventuras hechas y por hacer, películas que te identifican, libros que unen, áticos que te esperan...
Es...como una montaña rusa. La velocidad que alcanzas es mucho mayor que a la que estás expuesta normalmente, tienes ganas de subirte pero cierta parte de ti teme que pueda no resultar como creías o que el cinturón que te has puesto sea insuficiente, se abra y caigas al vacío. Cuando decides dar el paso parece que no va a arrancar nunca pero sientes que tienes todo controlado...hasta que realmente empieza. Y es ahí cuando pierdes toda ubicación, no te puedes parar a pensar nada porque ni siquiera tienes tiempo, todo va muy deprisa y aunque se ve borroso tienes fotografías mentales que una vez estés abajo pueden recordarte cómo te sentías ahí arriba. Es locura, éxtasis y adrenalina.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre...
Y de pronto... sucede la mayor aventura de todas.
Qué sencillo resulta cambiar de un lado al otro de la acera, un día caminas por la calle del cinismo riéndote de todo y de todos como si el mundo fuese demasiado crédulo como para ser cierto y tú fueses el único cuerdo que realmente sabe lo que se cuece entre bastidores. Y al otro, eres un idiota más. Has caído en la trampa a pesar de todos y cada uno de los post-it que te has ido pegando por el cuerpo recordándote que era la mayor farsa jamás contada, una auténtica tragedia griega. ¡Qué rápido se la da la vuelta a la tortilla! Y lo mejor de todo es que tu inteligente cerebro decide borrar todo aquello que un día creyó religiosamente y ya no recuerda ni cómo se veían las cosas desde el otro lado de la cama.
Ocurre. Noches en vela, promesas en la parte trasera de un coche, amor entre las sábanas, desgaste de labios, silencios hablados, ilusiones resucitadas, creencias estúpidas, falta de palabras, extra de pasión, fuegos artificiales, roce de mejillas, Big Mac's para dos, peleas en baños de discoteca, canciones a todo trapo con ventanillas bajadas, miradas hacia el futuro, temores del pasado, distancias que se acortan, secretos en un restaurante, tickets que resumen una vida, álbumes de aventuras hechas y por hacer, películas que te identifican, libros que unen, áticos que te esperan...
Es...como una montaña rusa. La velocidad que alcanzas es mucho mayor que a la que estás expuesta normalmente, tienes ganas de subirte pero cierta parte de ti teme que pueda no resultar como creías o que el cinturón que te has puesto sea insuficiente, se abra y caigas al vacío. Cuando decides dar el paso parece que no va a arrancar nunca pero sientes que tienes todo controlado...hasta que realmente empieza. Y es ahí cuando pierdes toda ubicación, no te puedes parar a pensar nada porque ni siquiera tienes tiempo, todo va muy deprisa y aunque se ve borroso tienes fotografías mentales que una vez estés abajo pueden recordarte cómo te sentías ahí arriba. Es locura, éxtasis y adrenalina.Ocurre.
Ocurre.
Ocurre.
Ocurre...
Y de pronto... sucede la mayor aventura de todas.
miércoles, 19 de octubre de 2011
So much hurt, so much pain.
Es de esos días que no tienes ganas de levantarte, de esos días que el frío del cercano invierno te cala en los huesos más que nunca, de esos días en los que nada de lo que te pongas te sienta bien, de esos días embriagados por una tristeza que viene de ninguna parte. Días llenos de personas que no te entienden, de aceras que se hunden a tu paso, de vista cansada, de ausencia de aire para respirar; llenos de sinsentido, de recuerdos que te golpean como una bala, de miedos que te impiden avanzar...días llenos de incomprensión, de indecisión, de espanto, de sal en las mejillas. Días de conversaciones vacías, de miradas perdidas, de sueños rotos, de brindis sin sentido, de sonrisas forzadas, de guerra de ideas de preguntarte todo y al mismo tiempo no entender nada. Como diría Holly Galigay, Días Rojos que solo pueden acallarse dentro de Tiffany's.
martes, 4 de octubre de 2011
Me cabe la duda
La duda ofende y quien diga que no es así, miente. Nos movemos en un mundo en el cual, según dicen, no puedes fiarte ni de tu sombra...y no es para menos pues desde que somos pequeños no hemos parado de toparnos con verdades que terminaron siendo mentiras: resulta que Dinsey nos mandaba mensajes subliminales eróticos en películas donde el amor (puro y casto) era la base, que los reyes no eran tan reyes si no más bien nuestros propios padres y que el "fueron felices y comieron perdices" la mayoría de las veces acaba en divorcio.
Sin embargo, y a pesar de pecar de confiada más de una vez, yo soy de las que creen en el "es inocente hasta que se demuestre lo contrario" porque dicen por ahí que la esperanza es lo último que se pierde. Porque la presunción de inocencia no es más que dar la oportunidad al de enfrente para demostrar que estás equivocado y no hay nada que me guste más que comprobar cómo otra persona me rebate y no solo eso, si no también me demuestra que no estaba en lo cierto. Es preferible ser idiota y callárselo que hablar y demostrarlo por lo que mejor será no dar por sentado nada hasta tener la certeza de que es así.
Este es un mundo grande, con incontables problemas que van a ir asaltándote a lo largo de tu vida, de esos que te pillan por sorpresa un martes por la tarde. No tiene sentido meter más al saco, está bien no ser demasiado confiados porque muchas veces das la mano y te cogen el brazo pero ¿miedicas? eso si que no. Si nos ponemos a dudar de todo lo que nos rodea, de verdad, mejor será abrir la ventana más próxima y lanzarse al vacío porque así no hay quien viva. Ya no es una cuestión de quién tiene más valor y quién menos, no se trata de valía o por lo contrario de cobardía, es algo mucho más profundo que va mucho más allá...se trata de ser felices. Y no puedes ser feliz mientras pienses que todo lo que te rodea es polvo y aire que en cuanto des un paso va a desaparecer.
Pero el campo donde más dolor puede causar la duda es en el amor. Amor que no se demuestra diciendo las dos palabras que todo el mundo sabe pronunciar perfectamente y que, a día de hoy, tienen la misma magia que decir "galleta". A todos nos han roto el corazón alguna vez y también lo hemos roto todos pero eso no es motivo para que te pases el resto de tu vida sentado en el sofá por miedo a cagarla. La forma más sincera de amar a alguien, de poner tu corazón en sus manos es confiando en esa persona de una manera que hasta resulta estúpida. Confiando tanto que tienes la certeza de que, si no es la adecuada, saldrás escaldada y el tortazo será tremendo. Confiando tanto que no hay nada que diga o haga que pueda darte miedo. Confiando tanto que cruzarías una ciudad de punta a punta sobre un hilo y con los ojos vendados.
Quizás sea el momento de olvidarse de todo lo que ha hecho daño y de todo lo que puede terminar haciéndolo para centrarnos en lo poco que tenemos ahora, resbalando entre nuestras manos. Porque fracasar y cometer un error es mucho mejor que no haberlo intentado. Muchas veces la duda nace del miedo a perder algo que en un determinado momento nos da la vida pero olvidamos que mientras nuestra cabeza se hace mil preguntas bañadas en pánico ese momento...pasa de largo, perdiéndolo todo.
Porque el amor como en la guerra...quien duda está perdido.
Sin embargo, y a pesar de pecar de confiada más de una vez, yo soy de las que creen en el "es inocente hasta que se demuestre lo contrario" porque dicen por ahí que la esperanza es lo último que se pierde. Porque la presunción de inocencia no es más que dar la oportunidad al de enfrente para demostrar que estás equivocado y no hay nada que me guste más que comprobar cómo otra persona me rebate y no solo eso, si no también me demuestra que no estaba en lo cierto. Es preferible ser idiota y callárselo que hablar y demostrarlo por lo que mejor será no dar por sentado nada hasta tener la certeza de que es así.
Este es un mundo grande, con incontables problemas que van a ir asaltándote a lo largo de tu vida, de esos que te pillan por sorpresa un martes por la tarde. No tiene sentido meter más al saco, está bien no ser demasiado confiados porque muchas veces das la mano y te cogen el brazo pero ¿miedicas? eso si que no. Si nos ponemos a dudar de todo lo que nos rodea, de verdad, mejor será abrir la ventana más próxima y lanzarse al vacío porque así no hay quien viva. Ya no es una cuestión de quién tiene más valor y quién menos, no se trata de valía o por lo contrario de cobardía, es algo mucho más profundo que va mucho más allá...se trata de ser felices. Y no puedes ser feliz mientras pienses que todo lo que te rodea es polvo y aire que en cuanto des un paso va a desaparecer.
Pero el campo donde más dolor puede causar la duda es en el amor. Amor que no se demuestra diciendo las dos palabras que todo el mundo sabe pronunciar perfectamente y que, a día de hoy, tienen la misma magia que decir "galleta". A todos nos han roto el corazón alguna vez y también lo hemos roto todos pero eso no es motivo para que te pases el resto de tu vida sentado en el sofá por miedo a cagarla. La forma más sincera de amar a alguien, de poner tu corazón en sus manos es confiando en esa persona de una manera que hasta resulta estúpida. Confiando tanto que tienes la certeza de que, si no es la adecuada, saldrás escaldada y el tortazo será tremendo. Confiando tanto que no hay nada que diga o haga que pueda darte miedo. Confiando tanto que cruzarías una ciudad de punta a punta sobre un hilo y con los ojos vendados.
Quizás sea el momento de olvidarse de todo lo que ha hecho daño y de todo lo que puede terminar haciéndolo para centrarnos en lo poco que tenemos ahora, resbalando entre nuestras manos. Porque fracasar y cometer un error es mucho mejor que no haberlo intentado. Muchas veces la duda nace del miedo a perder algo que en un determinado momento nos da la vida pero olvidamos que mientras nuestra cabeza se hace mil preguntas bañadas en pánico ese momento...pasa de largo, perdiéndolo todo.
Porque el amor como en la guerra...quien duda está perdido.
sábado, 7 de mayo de 2011
Countdown
"Cada uno de nosotros tiene algo de Robinsón con un nuevo mundo por descubrir y un Viernes por conocer"
Cada minuto que pasa, es un minuto menos de vida que tenemos. Resulta terrorífica la idea de pararte a pensar en lo cortas que son nuestras vidas y sobretodo pensar en qué narices las estamos malgastando. Hace no mucho leí que pasamos más de la mitad de nuestro tiempo durmiendo...¿de verdad? ¿realmente cada vez que me acuesto son horas que me estoy quitando? Lo dicho, terrorífico.
Cuánto habré oído hablar del Carpe Diem por aquí...Carpe Diem por allá...pero, ¿qué significan esas dos palabras realmente? Supongo que nunca lo sabremos a ciencia cierta, no puede ser posible que vivamos exprimiendo cada segundo al máximo; somos el único ser vivo que es consciente de su propia muerte y aunque en un principio pueda parecer bueno porque nos anima a vivir al límite, por otro lado nos agobia porque queremos hacer demasiadas cosas y nos damos cuenta de que el tiempo que tenemos es finito.
Personalmente he pasado un tiempo de mi vida en el que no me paraba demasiado a pensar en el ahora, tenía la cabeza siempre en el más allá (nunca mejor dicho), como si esperara que planificando mi futuro solucionaría mi presente y perdería de vista el pasado. Sintax error como dirían las calculadoras porque al final, lo único que te queda, es vacío. Vacío porque pasas los días con la vista puesta en otro lugar y pierdes el hilo de lo que sucede a tu alrededor en ese mismo momento. En mis eternas conversaciones sobre este tema me han contado una historia (en la que no voy a escatimar en detalles ahora mismo por aquello de que el tiempo es oro...) cuya conclusión final venía a decir más o menos que debemos tener en cuenta los detalles de todo lo que nos rodea pero sin perder de vista aquellas cosas que son importantes, la clave está en el equilibrio.
Pero mientras buscamos ese equilibrio solo puedo dar un último consejo..corre, ríe, salta, canta, vibra, llora, vuela, ama y sé incoherente. Sobre todo eso, incoherente. Nada de todo lo que hagas valdrá la pena sin personas a tu lado que te empujen a llevar a cabo tus sueños más locos, tus aspiraciones más altas...
Y vive, quizá no logres explotar al máximo cada momento como si fuese el último, y, muy a tu pesar, no puedes quitarte esas "terroríficas" horas de sueño...puede que incluso nunca llegues a alcanzar del todo el famoso equilibrio; de modo que sólo puedo decirte que busques ser feliz, no todo el día pero sí una milésima de segundo todos los días. Si tienes eso, lo demás no importa.
Buena suerte...
Cada minuto que pasa, es un minuto menos de vida que tenemos. Resulta terrorífica la idea de pararte a pensar en lo cortas que son nuestras vidas y sobretodo pensar en qué narices las estamos malgastando. Hace no mucho leí que pasamos más de la mitad de nuestro tiempo durmiendo...¿de verdad? ¿realmente cada vez que me acuesto son horas que me estoy quitando? Lo dicho, terrorífico.
Cuánto habré oído hablar del Carpe Diem por aquí...Carpe Diem por allá...pero, ¿qué significan esas dos palabras realmente? Supongo que nunca lo sabremos a ciencia cierta, no puede ser posible que vivamos exprimiendo cada segundo al máximo; somos el único ser vivo que es consciente de su propia muerte y aunque en un principio pueda parecer bueno porque nos anima a vivir al límite, por otro lado nos agobia porque queremos hacer demasiadas cosas y nos damos cuenta de que el tiempo que tenemos es finito.
Personalmente he pasado un tiempo de mi vida en el que no me paraba demasiado a pensar en el ahora, tenía la cabeza siempre en el más allá (nunca mejor dicho), como si esperara que planificando mi futuro solucionaría mi presente y perdería de vista el pasado. Sintax error como dirían las calculadoras porque al final, lo único que te queda, es vacío. Vacío porque pasas los días con la vista puesta en otro lugar y pierdes el hilo de lo que sucede a tu alrededor en ese mismo momento. En mis eternas conversaciones sobre este tema me han contado una historia (en la que no voy a escatimar en detalles ahora mismo por aquello de que el tiempo es oro...) cuya conclusión final venía a decir más o menos que debemos tener en cuenta los detalles de todo lo que nos rodea pero sin perder de vista aquellas cosas que son importantes, la clave está en el equilibrio.
Pero mientras buscamos ese equilibrio solo puedo dar un último consejo..corre, ríe, salta, canta, vibra, llora, vuela, ama y sé incoherente. Sobre todo eso, incoherente. Nada de todo lo que hagas valdrá la pena sin personas a tu lado que te empujen a llevar a cabo tus sueños más locos, tus aspiraciones más altas...
Y vive, quizá no logres explotar al máximo cada momento como si fuese el último, y, muy a tu pesar, no puedes quitarte esas "terroríficas" horas de sueño...puede que incluso nunca llegues a alcanzar del todo el famoso equilibrio; de modo que sólo puedo decirte que busques ser feliz, no todo el día pero sí una milésima de segundo todos los días. Si tienes eso, lo demás no importa.
Buena suerte...
jueves, 10 de marzo de 2011
Love World Tour
Almas gemelas, dos palabras que a lo largo de nuestra vida traen más de un quebradero de cabeza. ¿Será cierto que por ahi anda nuestra "media naranja"? ¿Y es solo una? Nos pasamos la vida buscando el más minimo roce con el contrario, gestos, señales...siempre a la captura del posible objetivo final.
Resulta terrorífico pensar que entre tantos miles de millones de personas se encuentra ESA que nos corresponde y más terrorífico aun plantearte que probablemente puede que ni viva en el mismo continente que tú.Yo era de esas personas que veían imposible la realización de esta teoría, demasiado idílica, demasiado perfecta, demasiado rosa..
Sin embargo, conocí a una persona que se fue a Tailandia a un viaje de negocios (true story) y volvió con la mujer de su vida (tailandesa por supuesto), con la que se casó poco tiempo después. Le envidié en su momento porque probablemente haya acertado de lleno, con la cantidad de mujeres que hay en el mundo, si eligió a la tailandesa que conocía de unos pocos meses atrás, sería por algo ¿no? Y sobretodo envidié a la tailandesa que abandonó su país, su familia, su cultura, por amor. Hay que amar de verdad para hacer algo así y en tal caso, qué bonito debe ser sentir eso que te empuja a ello.
Y ahí se tambalearon todos mis principios, mis teorias, mis yo nunca y mis yo que va. De modo que sí, quizás exista por ahí por el mundo el alma gemela adecuada para cada uno. Y ¿por qué no? puede que incluso tengamos la curiosa suerte de toparnos con ella en algún momento de nuestras vidas.. Y mientras tanto...me dedicaré a ahorrar para el primer destino de lo que promete ser una estupenda vuelta al mundo.
Resulta terrorífico pensar que entre tantos miles de millones de personas se encuentra ESA que nos corresponde y más terrorífico aun plantearte que probablemente puede que ni viva en el mismo continente que tú.Yo era de esas personas que veían imposible la realización de esta teoría, demasiado idílica, demasiado perfecta, demasiado rosa..
Sin embargo, conocí a una persona que se fue a Tailandia a un viaje de negocios (true story) y volvió con la mujer de su vida (tailandesa por supuesto), con la que se casó poco tiempo después. Le envidié en su momento porque probablemente haya acertado de lleno, con la cantidad de mujeres que hay en el mundo, si eligió a la tailandesa que conocía de unos pocos meses atrás, sería por algo ¿no? Y sobretodo envidié a la tailandesa que abandonó su país, su familia, su cultura, por amor. Hay que amar de verdad para hacer algo así y en tal caso, qué bonito debe ser sentir eso que te empuja a ello.
Y ahí se tambalearon todos mis principios, mis teorias, mis yo nunca y mis yo que va. De modo que sí, quizás exista por ahí por el mundo el alma gemela adecuada para cada uno. Y ¿por qué no? puede que incluso tengamos la curiosa suerte de toparnos con ella en algún momento de nuestras vidas.. Y mientras tanto...me dedicaré a ahorrar para el primer destino de lo que promete ser una estupenda vuelta al mundo.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)



