Podría hablar del dolor, de la impotencia, de la rabia. Podría analizar cada movimiento dado, cada palabra no dicha, cada gesto sobrado. Podría repasar mentalmente todos y cada uno de los instantes que nos llevan a donde hoy se marcan nuestros pasos. Podría llorar, si, podría llorar todo el tiempo. Podría intentar responder algo que ni es lógico preguntar. Podría buscarle el sentido a algo que ya no tiene cabida. Podría...
Pero no quiero.
Que hay que amar. Amar con locura. Y no solo a otra u otras personas. Amarte a ti, a lo que eres, a lo que representas. Amor hacia un recuerdo, hacia una gota de lluvia que te riza el pelo. Amor por todo lo que tiene lógica y por todo lo que no. Esa clase de amor que es loco, incoherente, destartalado. Amor que nunca se ha visto en una película. Amor pasional, ya te abrume o te deje embelesado.
Que hay que gritar. A pleno pulmón. Con todas tus fuerzas. Gritar por todo o gritar por nada. Rugir con un sonido lo que no alcanzas a decir con la escasa fuerza de tus palabras. Hay que gritarle al mundo para sanar el caos que tienes dentro. Que hay que, al menos una vez, hacer sonar tu voz, por encima de la del resto
Que hay que reír. Por todo y por nada. Desde la timidez de una sonrisa de media luna a la sonora carcajada. Reír sin más. Reírte de ti. Reírte de ellos. Reírte de las chorradas que hablan. Que las arrugas que cubran tu rostro sean el reflejo de aquellas sonrisas que te iluminaban la cara.
Que hay que comerse un helado el primer y último día del verano. Que hay que ser rechazado al menos una vez y otra ser tú el que de el palo. Que hay que aprender a tirarse de cabeza. Que hay que perder la cuenta de las copas alguna nochevieja. Que hay que encontrar quien te lleve al baile. Que hay que al menos un día odiar al mundo y que no te caiga bien nadie. Que hay que dar un primer beso. Que hay que dar todo tu cuerpo. Que hay que copiar en un examen. Que hay que perder el norte, el sur, las llaves y hasta un zapato. Que hay que mirar hacia delante. Que hay que tener en cuenta el pasado. Que hay que equivocarse más de lo esperado. Que hay que errar pues eso te hace humano. Que hay que sentir. Que hay que llorar. Que hay que empacharse. Que hay que dormir. Que hay que amar. En definitiva... Que hay que vivir.
Y si puedes, vivirlo todo.
miércoles, 13 de junio de 2012
lunes, 21 de mayo de 2012
CAUSE TRUMPS LIKE US WERE BORN TO RUN
Standing together we were badass, on any given night, on our turf, some of the baddest on the planet. We were united, we were strong, we were righteous, we were unmovable, we were funny, we were corny as hell and as serious as death itself. And we were coming to your town to shake you and to wake you up. Together we told an older, richer story about the possibilities of friendship that transcended those I'd written in my songs and my music. Clarence carried it in his heart. It was a story where the scooter and the big man not only busted the city in half, but we kicked ass and remade the city, shaping it into the kind of place where our friendship would not be such anomaly.
...I'll miss my friend, his sax, and the force of nature that was his sound. But his love and his story -the story that he gave to me, that he whispered in my ear, and that he gave to you- it's going to carry on.
Clarence was big and he made me feel, think, love, and dream big. How big was the big man? Too fucking big to die. You can put it on his gravestone, you can tattoo it over your heart.
Clarence doesn't leave the E Street Band when he dies. He leaves when we die.
Dedicado a mi compañero de batallas, mi enemigo en otras tantas, mi cómplice en más de un secreto, mi abrigo de más cuando tiemblo de frío, mis noches de insomnio, mi hombro sobre el que apoyarme aun cuando me niego a ello, ese que soporta mi obsesión musical, el que me enseña, también el que quiere aprender, mi café para dos, en definitiva y por encima de cualquier cosa... mi mejor amigo. Porque algún día podremos contar una historia parecida a la aquí narrada, con una carretera, un coche destartalado y muchas aventuras de por medio. Y espero que de fondo, en cada uno de nuestros buenos ratos, Springsteen sea la banda sonora de todos ellos. No se me ocurre mejor persona con la que vivirlo. Y se que no será de otro modo.
Two steps for hell
La teoría de la correlación de Orión nos cuenta la extraña coincidencia que se produce entre las tres pirámides de Guiza cuya alineación es exacta al cinturón de Orión. Y como toda teoría, tiene sus críticas, pues pasado un tiempo se inició el debate sobre si esa alineación era exacta o difería en ángulo de forma tan leve que casi fuese imperceptible. Una cosa es clara, 2 de esos 3 puntos en discordia si estaban alineados. Y es que, por todos es sabido que, para trazar una línea recta, como mínimo necesitamos 2 puntos, el de partida y el final. Lo que me lleva a una curiosa teoría: el número 1 no tiene cabida en este mundo.
Ortega y Gasset dedicó todo un libro al estudio del término "sociedad" qué implicaba ser un animal social y qué era exactamente ese término al que aparentemente todo le debíamos. Dejaba claro que primero estaba la conciencia del "ser" es decir, mirarnos a un espejo y ser capaz de reconocernos a nosotros mismos. Pero para eso ya era necesario el reflejo del espejo, o la piedra que me permite diferenciarme de ella. Y es entonces cuando entra en juego el "otro". Ese con el que vamos a compararnos desde que tenemos conciencia de su existencia en adelante. Ese que permitirá que interactuemos con él. Ese que, junto a mi, dará pie al "nos" y posteriormente a la sociedad. Porque para llegar a ésta es necesario el 1, pero son imprescindibles 2.
Cuando naces, eres de tu madre y no solo por una cuestión de pertenencia si no de dependencia. A medida que vas creciendo irás suplantando esa necesidad ajena por otras nuevas que te irán surgiendo. Te quitarán el chupete y serás al muñeco y así sucesivamente... hasta que te presentan al mundo. Ya sea en la guardería o en el colegio ya nunca más serás uno solo. Y si lo eres estarás incompleto. Aquí nace el término favorito de los niños (de algunos a día de hoy lo sigue siendo): "Mejor Amigo". El M.A será tu identidad, lo que dirá quién eres respecto a los demás. Merendaréis juntos, dormiréis juntos, pasaréis los recreos juntos y si, puede que en todas esas actividades seáis más de dos personas, pero a la hora de una excursión, al pensar en los 2 asientos, sabrás de sobra quién es tu compañero. Y funcionará como con la teoría del chupete, unos irán y otros vendrán. Normalmente cambiarás de M.A. cada curso (si no es cada semana) pero siempre con el alma gemela en el asiento de al lado.
Pero por desgracia creces. Y es ahí cuando empezarás a escuchar, como si de una leyenda se tratase, mil y una historias sobre la M.N. (Media Naranja). Y la habrás cagado. Porque consciente o no todos tus sentidos irán a la caza día tras día buscando eso que alguien un día dijo que nos completaba. Ya no querrás estar solo. Empezará con el primer beso y terminará...quién sabe dónde terminará. Y caerás, no una, si no 2000 veces. Y es ahí cuando empezarás a escuchar otra gran leyenda, la del "Yo solo me basto y me sobro". Adiós a tu madre, al chupete, al M.A, al M.N y a la madre de todos ellos. Algo que resumirás brillantemente con 2 letras escarlata en tu frente que marquen F.A (forever alone). Una lástima que hasta para eso hagan falta 2 siglas.
Hasta que caes en la cuenta. Que una película en el cine se disfruta mejor con palomitas para 2. Que un coche puede tener 5 plazas pero como piloto siempre querrás un copiloto a tu lado cantando a pleno pulmón. Que las barcas del Retiro se reman difícilmente en solitario. Que toda tu teoría necesita una crítica. Que las camas individuales son más incomodas que las matrimoniales y estas últimas fueron pensadas para el dúo. Que los taxis salen más baratos si se pagan a "pachas". Que Adán necesitó una Eva, Sherlock un Watson, el Ying su Yang, la guerra su rival....y que después de todo, sentarte en la mesa de las parejas en una boda, de la mano de alguien, puede que no esté tan mal.
Ortega y Gasset dedicó todo un libro al estudio del término "sociedad" qué implicaba ser un animal social y qué era exactamente ese término al que aparentemente todo le debíamos. Dejaba claro que primero estaba la conciencia del "ser" es decir, mirarnos a un espejo y ser capaz de reconocernos a nosotros mismos. Pero para eso ya era necesario el reflejo del espejo, o la piedra que me permite diferenciarme de ella. Y es entonces cuando entra en juego el "otro". Ese con el que vamos a compararnos desde que tenemos conciencia de su existencia en adelante. Ese que permitirá que interactuemos con él. Ese que, junto a mi, dará pie al "nos" y posteriormente a la sociedad. Porque para llegar a ésta es necesario el 1, pero son imprescindibles 2.
Cuando naces, eres de tu madre y no solo por una cuestión de pertenencia si no de dependencia. A medida que vas creciendo irás suplantando esa necesidad ajena por otras nuevas que te irán surgiendo. Te quitarán el chupete y serás al muñeco y así sucesivamente... hasta que te presentan al mundo. Ya sea en la guardería o en el colegio ya nunca más serás uno solo. Y si lo eres estarás incompleto. Aquí nace el término favorito de los niños (de algunos a día de hoy lo sigue siendo): "Mejor Amigo". El M.A será tu identidad, lo que dirá quién eres respecto a los demás. Merendaréis juntos, dormiréis juntos, pasaréis los recreos juntos y si, puede que en todas esas actividades seáis más de dos personas, pero a la hora de una excursión, al pensar en los 2 asientos, sabrás de sobra quién es tu compañero. Y funcionará como con la teoría del chupete, unos irán y otros vendrán. Normalmente cambiarás de M.A. cada curso (si no es cada semana) pero siempre con el alma gemela en el asiento de al lado.
Pero por desgracia creces. Y es ahí cuando empezarás a escuchar, como si de una leyenda se tratase, mil y una historias sobre la M.N. (Media Naranja). Y la habrás cagado. Porque consciente o no todos tus sentidos irán a la caza día tras día buscando eso que alguien un día dijo que nos completaba. Ya no querrás estar solo. Empezará con el primer beso y terminará...quién sabe dónde terminará. Y caerás, no una, si no 2000 veces. Y es ahí cuando empezarás a escuchar otra gran leyenda, la del "Yo solo me basto y me sobro". Adiós a tu madre, al chupete, al M.A, al M.N y a la madre de todos ellos. Algo que resumirás brillantemente con 2 letras escarlata en tu frente que marquen F.A (forever alone). Una lástima que hasta para eso hagan falta 2 siglas.
Hasta que caes en la cuenta. Que una película en el cine se disfruta mejor con palomitas para 2. Que un coche puede tener 5 plazas pero como piloto siempre querrás un copiloto a tu lado cantando a pleno pulmón. Que las barcas del Retiro se reman difícilmente en solitario. Que toda tu teoría necesita una crítica. Que las camas individuales son más incomodas que las matrimoniales y estas últimas fueron pensadas para el dúo. Que los taxis salen más baratos si se pagan a "pachas". Que Adán necesitó una Eva, Sherlock un Watson, el Ying su Yang, la guerra su rival....y que después de todo, sentarte en la mesa de las parejas en una boda, de la mano de alguien, puede que no esté tan mal.
martes, 17 de abril de 2012
TELL ME WHY
Todo empezó con un por qué. Podemos llamarlo curiosidad, inquietud humana, ansia de conocimiento... o si lo preferís, paso del mito al logos. Y desde entonces no hemos parado de hacernos preguntas sobre todo lo que no rodea y lo que no. Por qué tiene esa cara, qué le ha llevado a ponerse esos zapatos, se puede saber dónde le han dicho que saliese así a la calle..? O cosas más trascendentes.
No sólo queremos saber. Llegamos a querer saber por qué pensamos que deberíamos plantearnos la remota pero a la vez existente posibilidad de tener que saberlo. Saberlo todo. Entenderlo todo. No pueden haber cabos sueltos, todo tiene que estar perfectamente atado de pies y manos. Y no sólo eso, si no que debe hacerlo con un nudo Windsor.
Pero hay días, y sobre todo preguntas, de los que tenemos el qué, tenemos dónde, cómo, cuándo, quién/quiénes... y seguimos sin tener nada únicamente porque no logramos responder al por qué. Todo lujo de detalles resultan ser nimiedades en comparación a la gran pregunta que muchas veces no somos capaces de responder, y que muchas otras, alguien es incapaz de respondernos. La gran pregunta capaz de cambiarlo todo.
Tal vez haya preguntas de las que es mejor desconocer la respuesta. Sólo por si acaso. Tal vez no sea lo que estamos preparados para escuchar, o lo que esperábamos. Tal vez. O quizás esa pregunta en blanco no deje de perseguirnos en busca de algo más. Si. En busca de ser resuelta.
Y mientras, solo queda permanecer sentado en la sala de espera de la verdad. Buscando la cura a la incomprensión. Como diría Sócrates, solo sé que no sé nada.
No sólo queremos saber. Llegamos a querer saber por qué pensamos que deberíamos plantearnos la remota pero a la vez existente posibilidad de tener que saberlo. Saberlo todo. Entenderlo todo. No pueden haber cabos sueltos, todo tiene que estar perfectamente atado de pies y manos. Y no sólo eso, si no que debe hacerlo con un nudo Windsor.
Pero hay días, y sobre todo preguntas, de los que tenemos el qué, tenemos dónde, cómo, cuándo, quién/quiénes... y seguimos sin tener nada únicamente porque no logramos responder al por qué. Todo lujo de detalles resultan ser nimiedades en comparación a la gran pregunta que muchas veces no somos capaces de responder, y que muchas otras, alguien es incapaz de respondernos. La gran pregunta capaz de cambiarlo todo.
Tal vez haya preguntas de las que es mejor desconocer la respuesta. Sólo por si acaso. Tal vez no sea lo que estamos preparados para escuchar, o lo que esperábamos. Tal vez. O quizás esa pregunta en blanco no deje de perseguirnos en busca de algo más. Si. En busca de ser resuelta.
Y mientras, solo queda permanecer sentado en la sala de espera de la verdad. Buscando la cura a la incomprensión. Como diría Sócrates, solo sé que no sé nada.
jueves, 22 de marzo de 2012
To escape from this no past land.
Era uno de esos días de lluvia. Pero no una lluvia cualquiera, era de esa clase que te cala los huesos. Y la ropa. Pero eso era culpa del paraguas, que había decidido quedarse en casa, debajo del desorden. O quizás era de ella por negarse a los abrigos. Para ella ya era primavera, aunque el tiempo no dijese lo mismo. Era pura cabezonería. Su madre siempre dijo que le vendería a cualquiera hielo en Alaska si se lo propusiese. Puede que si. Pero ahora solo prestaba atención a la suela de aquellas Converse tan desgastadas. Su madre también decía algo de esas viejas zapatillas. Parecía que Madrid entero se había fundido. Pero qué bonita era aquella ciudad bajo la lluvia, tenía un encanto especial. Lo suyo era amor ciego, un romance con la Gran Vía. El ruido de la lluvia sonaba a una canción de Oasis. Empezaba a notar como el maquillaje se derretía por sus mejillas. Cómo el agua deshacía ese alisado que tanto rato le había llevado conseguir. Y tras varios kilómetros y un par de canciones comenzó a sentirse libre. Más de uno se giraba al verla pasar. Tenía un aspecto realmente caótico. Los rizos se deslizaban por su cuello al igual que los últimos restos de su máscara. Era esa clase de lluvia que te cala los huesos. Se detuvo frente a un escaparate y observó su reflejo. De sus bolsillos intuyó un cigarro que fue directo a sus labios y, tras encenderlo, le metió una calada por cada error. Exhaló el humo. De golpe, una media sonrisa se le escapó entre calada y calada. Estaba viva.
martes, 20 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
Same old song.
Es increíble como de golpe y porrazo la vida te demuestra una vez más que no se anda con tonterías. Que cualquier instante es el último y que está dispuesta a demostrártelo estés preparado o no. Afortunadamente el hecho de estar aquí y ahora escribiendo esto es la demostración más palpable de no haberlo vivido en carne propia. Aun así, no se me olvida.
Todos lo hemos oído en más de una ocasión. Yo misma he escrito sobre ello en más de dos. Que si carpe diem que si vivere memento... cientos y cientos de citas en latín, de proverbios chinos, de frases de película que nos instan a vivir el momento. A no desaprovechar las oportunidades. Y sobre todo, a intentar no haber vivido en vano.
Porque sí, porque a todos nos aterra la idea de no ser eternos. Al menos no físicamente. Pero es algo que asumimos, que, por ahora (nunca digas nunca), es inevitable. Sin embargo existe la posibilidad de dejar huella. El cielo podrá existir para unos si y para otros no, al igual que la posibilidad de acabar reencarnado en hormiga o en el Dalai Lama según la manera de haber llevado tu efímera existencia. Pero hay algo en lo que todos creemos, en que alguien nos eche de menos llegado el momento. La eternidad reflejada en la mente de otra persona.
Quizás eso sea lo único que nos termina diferenciando. Creo en la igualdad, creo que, independientemente de nuestra forma de vida, a todos nos depara el mismo final; antes o después. Pero es cierto que no todos los finales por el hecho de serlo son iguales. La película puede acabar entre aplausos o con absoluta indiferencia, incluso puede que gane un Óscar si ha sido especialmente buena.
Parece obvio, parece una tontería. Es cierto que en líneas generales casi todo el mundo se lleva consigo al menos un "adiós", una lágrima o una sonrisa amiga. Pero existen muchas otras personas de las que nadie sabe ni su final. Son cifras, son estadísticas policiales o como decía Kansas "polvo en el viento". Para unos cuantos, la vida de otro no vale un centavo.
Por eso hoy escribo esto. Porque, como dice una frase de un libro, mucha gente se va "de la peor de las maneras, sin una oración, sin una flor..." Va por todos ellos.
Todos lo hemos oído en más de una ocasión. Yo misma he escrito sobre ello en más de dos. Que si carpe diem que si vivere memento... cientos y cientos de citas en latín, de proverbios chinos, de frases de película que nos instan a vivir el momento. A no desaprovechar las oportunidades. Y sobre todo, a intentar no haber vivido en vano.
Porque sí, porque a todos nos aterra la idea de no ser eternos. Al menos no físicamente. Pero es algo que asumimos, que, por ahora (nunca digas nunca), es inevitable. Sin embargo existe la posibilidad de dejar huella. El cielo podrá existir para unos si y para otros no, al igual que la posibilidad de acabar reencarnado en hormiga o en el Dalai Lama según la manera de haber llevado tu efímera existencia. Pero hay algo en lo que todos creemos, en que alguien nos eche de menos llegado el momento. La eternidad reflejada en la mente de otra persona.
Quizás eso sea lo único que nos termina diferenciando. Creo en la igualdad, creo que, independientemente de nuestra forma de vida, a todos nos depara el mismo final; antes o después. Pero es cierto que no todos los finales por el hecho de serlo son iguales. La película puede acabar entre aplausos o con absoluta indiferencia, incluso puede que gane un Óscar si ha sido especialmente buena.
Parece obvio, parece una tontería. Es cierto que en líneas generales casi todo el mundo se lleva consigo al menos un "adiós", una lágrima o una sonrisa amiga. Pero existen muchas otras personas de las que nadie sabe ni su final. Son cifras, son estadísticas policiales o como decía Kansas "polvo en el viento". Para unos cuantos, la vida de otro no vale un centavo.
Por eso hoy escribo esto. Porque, como dice una frase de un libro, mucha gente se va "de la peor de las maneras, sin una oración, sin una flor..." Va por todos ellos.
domingo, 26 de febrero de 2012
Like Johnny and June
No sabría decir en qué momento sucedió todo. Es curioso como a algunas de las situaciones que más cambian nuestra vida no somos capaces de encontrarles el punto de partida. Simplemente suceden y cuando quieres darte cuenta dejaste la orilla muy atrás y te encuentras con el agua hasta el cuello. Supongo que ésta es una de ellas.
Puede que todo empezase cuando puse el primer pie en aquel asfalto o quizás cuando pasó el tiempo suficiente como para estar en ese nivel de implicación. O puede que, curiosamente, empezase el mismo día que terminó. Y es ahí cuando tu vida da un giro de 180º. No porque al día siguiente vayas a levantarte de forma distinta, ni el sol vaya a salir de otro modo ni el mundo haya cambiado. Lo que sucede es que, quieras o no, estás dentro y por muy lejos que intentes huir y por mucha tierra que pretendas poner de por medio ya nada será como antes. Tú no has decidido entrar y por lo tanto tampoco tú serás el que decida cuándo salir.
Simplemente sucedió. Tantos días y tantas noches que no caben ni en el recuerdo. Vino por sorpresa, incluso podría decirse que vino en contra de lo esperado. Primero fue la negación, después la aceptación mezclada con resignación y terminó por convertirse en años de una vida plasmados en un álbum con la ilusión de un niño. Pero no todo fueron fuegos artificiales. También se lanzaron bengalas de socorro. Y donde un día hubo luz, la oscuridad ocupó su lugar y donde se dijeron promesas, aparecieron las preguntas. Y como vino... se fue.
La huida no fue fácil. Incluso me atrevería a decir que el sentimiento fue algo similar a correr en una cinta, terminas agotado y realmente no te has movido del sitio. Aun así no paré de correr. Creo que mi contrincante, el que en otro tiempo fue mi compañero, tampoco. Y cuando nos creímos lo suficientemente lejos, cuando el dolor desapareció, cuando las heridas cicatrizaron, cuando parecía interponerse un océano entre los dos mundos... se encontraron.
Y al igual que no recuerdo el inicio. Desconozco el final. Supongo que en cierta medida por eso continuamos viviendo, por curiosidad.
La huida no fue fácil. Incluso me atrevería a decir que el sentimiento fue algo similar a correr en una cinta, terminas agotado y realmente no te has movido del sitio. Aun así no paré de correr. Creo que mi contrincante, el que en otro tiempo fue mi compañero, tampoco. Y cuando nos creímos lo suficientemente lejos, cuando el dolor desapareció, cuando las heridas cicatrizaron, cuando parecía interponerse un océano entre los dos mundos... se encontraron.
Y al igual que no recuerdo el inicio. Desconozco el final. Supongo que en cierta medida por eso continuamos viviendo, por curiosidad.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Moon river and Me.
- ¿Qué es lo que más admiras de lo que te rodea?
- Supongo que la Luna.
- ¿La Luna? ¿En serio?
- Si. Primero porque implica la noche, y a mi todo lo que sea nocturno me tira. Pero es algo que va mucho más allá de eso. Nunca es la misma, se permite el lujo de salir cada noche del mes de una forma diferente, como si nunca llevase los mismos zapatos. Y no contenta con eso hay un día que brilla más que todos. Porque es coqueta y también le gusta lucirse de vez en cuando. Sale todas y cada una de las noches de su vida. No es lo mismo salir de día que todo el mundo te acompaña a hacerlo cuando la ciudad entera duerme. Siempre está ahí. Incluso cuando el cielo está completamente nublado te llega su luz. Hay que valer de verdad para lograr traspasar con tanta intensidad cualquier muro, incluso un manto de nubes. Podrás oír que un día no hace sol, pero nunca oirás que no hay Luna. Me gusta porque no está sola. Lo parece, pero al fin y al cabo vive rodeada de estrellas. No busca el monopolio del cielo. Te permite mirarla. Puedes pasar horas teniendo toda tu atención puesta en su luz que no te cegará nunca. Y eso hace que una a las personas. Podéis estar mirando al mismo lugar en el mismo instante desde sitios totalmente diferentes. Pero, sin lugar a dudas, lo que más me fascina es su misterio. Tiene una cara oculta. No porque la esconda. Se muestra tal y como es pero hay rasgos de ella que nadie conoce. Todos tenemos un secreto bajo llave en el ático del alma, incluso la Luna. Supongo, que en cierto modo, siempre he querido parecerme a ella y eso me basta para admirarla.
- Supongo que la Luna.
- ¿La Luna? ¿En serio?
- Si. Primero porque implica la noche, y a mi todo lo que sea nocturno me tira. Pero es algo que va mucho más allá de eso. Nunca es la misma, se permite el lujo de salir cada noche del mes de una forma diferente, como si nunca llevase los mismos zapatos. Y no contenta con eso hay un día que brilla más que todos. Porque es coqueta y también le gusta lucirse de vez en cuando. Sale todas y cada una de las noches de su vida. No es lo mismo salir de día que todo el mundo te acompaña a hacerlo cuando la ciudad entera duerme. Siempre está ahí. Incluso cuando el cielo está completamente nublado te llega su luz. Hay que valer de verdad para lograr traspasar con tanta intensidad cualquier muro, incluso un manto de nubes. Podrás oír que un día no hace sol, pero nunca oirás que no hay Luna. Me gusta porque no está sola. Lo parece, pero al fin y al cabo vive rodeada de estrellas. No busca el monopolio del cielo. Te permite mirarla. Puedes pasar horas teniendo toda tu atención puesta en su luz que no te cegará nunca. Y eso hace que una a las personas. Podéis estar mirando al mismo lugar en el mismo instante desde sitios totalmente diferentes. Pero, sin lugar a dudas, lo que más me fascina es su misterio. Tiene una cara oculta. No porque la esconda. Se muestra tal y como es pero hay rasgos de ella que nadie conoce. Todos tenemos un secreto bajo llave en el ático del alma, incluso la Luna. Supongo, que en cierto modo, siempre he querido parecerme a ella y eso me basta para admirarla.
lunes, 20 de febrero de 2012
Ever mine, ever thine.
Llévame a bailar, da igual como lo hagas de bien o mal, simplemente llévame al baile. Si quieres una foto mía procura que sea sin que me de cuenta o de lo contrario sonreiré a regañadientes. Invítame a un café, el próximo día yo te invitaré a dos. Camina siempre a mi lado, ni delante como si yo debiese seguirte ni detrás como si no tuvieses iniciativa. Y cógeme la mano. No todo el rato, no todo el tiempo, si de improvisto, cuando menos me lo espere. Si rompes esquemas, que sea solo en la cama. Rétame, todo el tiempo. Adoro los retos. Háblame. Nunca dejes de hablarme. En la cama, en la calle, en ese bar de la esquina que tanto me gusta. Donde sea. Y escúchame. Pero no como un tonto que asiente sin sentido ni causa a lo que yo diga. Odio los monólogos, conviértelos en diálogos. Dame pasiones que yo las convertiré en planes. Serás libre. Déjame ser libre. Puede que me vaya de vez en cuando, pero siempre volveré. Siempre vuelvo. Ten mundo propio. Descubre el mío. Puede que ambos aprendamos muchas cosas del otro. Tráeme flores. No ramos. Flores. Da igual de dónde salgan, como si vienen de un parque. Puede que tengas que verte alguna que otra película por mi. Puede no, seguro. Yo haré lo propio. Si quieres hacerme feliz llévame a un lugar donde suministren o bien churros o bien cerveza. Son cosas totalmente opuestas. Me gusta lo ecléctico. Dame actividad. Odio la rutina, soy su antítesis. Enséñame de fútbol. Quieras o no acabarás aprendiendo de ropa. Dime la verdad. No importa cuánto duela. Si me mientes no merecerá la pena. Hazme de rabiar. Me gusta que me piquen. Grítame pero queriéndome. Bésame cuando creas que te odio. Y cuando no, también. No me digas "te quiero". No constantemente. Así cuando lo hagas sabré que es de verdad. Conviértete en mi mejor amigo. Hazme tu mejor amiga. Cuando haya gente, trátame como a una más. No hagas distinciones. Protégeme. O al menos inténtalo. Puede que no me deje, puede que vaya de fuerte, pero siempre me gustará saber que si caigo, tú me agarrarás. Protégeme como un hombre. Quiéreme como un niño. El amor infantil es el más puro. Sácame de fiesta. Aunque critique el mundo nocturno. Pero quédate a mi lado en el sofá algún sábado noche. Entra en mi mundo. Quiere a los míos. Soy un pack, vengo con un equipo detrás. Si me quieres a mi, debes quererlos a ellos. Si tomas por completo el control, que sea solo entre las sábanas. No me vendas la eternidad. No me vendas nada. No tengo dinero para comprarlo. Lo que me des, tendrá que ser gratuito. Yo no te rendiré cuentas de lo que te de. Probablemente te lo de todo.
Y hazme reír. Por encima de cualquier otra cosa. Hazme reír. Porque al final del día, con todo y con nada, solo quieres quedarte al lado de aquel que te saca más sonrisas.
lunes, 6 de febrero de 2012
If you just realize
Y se dio cuenta de que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace no te abrazas y punto, y no pasa nada.
sábado, 4 de febrero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
Ain't it good to BE alive?
John Lennon dijo que la vida era aquello que te sucedía mientras tú te empeñabas en hacer otros planes. Pues bien, creo que ya basta de frases hechas sobre el destino, sobre todo aquello que no controlamos y pasa sin que nos demos cuenta, sobre los fracasos que cometemos y los errores de los que debemos aprender. Creo con toda sinceridad que desperdiciamos demasiado tiempo viendo películas, leyendo libros o escuchando canciones a la espera de esa frase que nos de la solución.
Por suerte o por desgracia (según el modo de verlo de cada uno) no hay un botón mágico con el siempre necesario "PRESS HERE" para de golpe y porrazo obtener la respuesta. Si, es cierto que hemos aprendido el "ábrete sésamo" que lograba que AlíBaba entrase en la cueva de los 40 ladrones, o a girar el boliche una vez a la izquierda una a a la derecha dar tres toques y aparecer en cualquier parte del mundo junto a la Bruja Novata. Pero sólo eran cuentos, cuentos infantiles que pretendían hacernos la vida más sencilla y por estúpido que suene muchos de nosotros hemos seguido aferrados a esa sencillez en momentos complicados.
Supongo que con el paso de los años la balanza fantasía Vs realidad va cambiando las tornas a los ojos de todos. Que cuando tienes 15 años todo tu mundo es fantasía por descubrir y que cuando alcanzas la madurez máxima a los 50 la realidad pesa demasiado como para levantar la cabeza en busca de otra cosa. Yo no digo que no deba ser así, se que a los que me conocen, les tengo acostumbrados a llevar la contraria al planeta entero pero esta vez no voy a intentar convencer a nadie de lo contrario. Quizás porque no se si caer en la trampa, porque no se si es una trampa, o porque no puedo negar en mi esa capacidad innata de nadar a contracorriente.
Lo único que intento decir, de lo que he logrado darme cuenta, es de todas esas frases que guardamos en una libreta o en los tablones del tuenti/facebook que nos hacen sentir bien porque muestran una realidad tan grande, tan luchadora...que quién no va a soñar con tenerla. Hasta el punto que por el simple hecho de dejarla por escrito, nos hace sentir mejor con nosotros mismos, como si, por arte de magia, el haberle dado cierto reconocimiento, hiciese que se nos aplicase de inmediato a nuestras vidas.
Pues bien, como ya he dicho al principio...creo que ya basta. Que es hora de poner todas las cartas sobre la mesa y darnos cuenta de que llevamos demasiado tiempo con el culo pegado a la silla hablando, hablando, soñando, discutiendo, pensando, criticando...que ya es hora de salir a la calle llevando como teoría lo que te marquen tus tripas. Y te llamarán loca, y se reirán de ti, hasta puede que acabes saliendo en la wikipedia como ejemplo visual de lo que NO hay que hacer en esta vida. Veo demasiado miedo por aquí, demasiadas dudas, demasiados peros, demasiados "ellos dicen" o "se dice que.."
Creo que ninguna de las personas que tenemos en nuestra idolatría, esos héroes que cada uno guardamos como aspiración o como ejemplo a seguir...ninguno de ellos puso un maldito "pero" a la hora de salir ahí afuera a luchar. Es más, de ellos vienen todas esas frases que guardamos en la libreta mental, ellos crearon esas canciones que todos escuchamos o inspiraron esas películas que somos capaces de vernos todas las semanas.
Y por eso, yo personalmente no es que me vaya a dar al abandono cultural. Simplemente voy a intentar hacer de mi vida un libro, del que se haga una película, que pueda resumir en una canción y de la que pueda sacar MI propia cita textual, que algún día, quién sabe, a alguien le puede servir de algo. Muchas páginas en blanco todavía, es cierto, pero no faltan ganas de llenarlas todas.
Hoy empieza todo. Y a algunos de vosotros, os toca participar.
Por suerte o por desgracia (según el modo de verlo de cada uno) no hay un botón mágico con el siempre necesario "PRESS HERE" para de golpe y porrazo obtener la respuesta. Si, es cierto que hemos aprendido el "ábrete sésamo" que lograba que AlíBaba entrase en la cueva de los 40 ladrones, o a girar el boliche una vez a la izquierda una a a la derecha dar tres toques y aparecer en cualquier parte del mundo junto a la Bruja Novata. Pero sólo eran cuentos, cuentos infantiles que pretendían hacernos la vida más sencilla y por estúpido que suene muchos de nosotros hemos seguido aferrados a esa sencillez en momentos complicados.
Supongo que con el paso de los años la balanza fantasía Vs realidad va cambiando las tornas a los ojos de todos. Que cuando tienes 15 años todo tu mundo es fantasía por descubrir y que cuando alcanzas la madurez máxima a los 50 la realidad pesa demasiado como para levantar la cabeza en busca de otra cosa. Yo no digo que no deba ser así, se que a los que me conocen, les tengo acostumbrados a llevar la contraria al planeta entero pero esta vez no voy a intentar convencer a nadie de lo contrario. Quizás porque no se si caer en la trampa, porque no se si es una trampa, o porque no puedo negar en mi esa capacidad innata de nadar a contracorriente.
Lo único que intento decir, de lo que he logrado darme cuenta, es de todas esas frases que guardamos en una libreta o en los tablones del tuenti/facebook que nos hacen sentir bien porque muestran una realidad tan grande, tan luchadora...que quién no va a soñar con tenerla. Hasta el punto que por el simple hecho de dejarla por escrito, nos hace sentir mejor con nosotros mismos, como si, por arte de magia, el haberle dado cierto reconocimiento, hiciese que se nos aplicase de inmediato a nuestras vidas.
Pues bien, como ya he dicho al principio...creo que ya basta. Que es hora de poner todas las cartas sobre la mesa y darnos cuenta de que llevamos demasiado tiempo con el culo pegado a la silla hablando, hablando, soñando, discutiendo, pensando, criticando...que ya es hora de salir a la calle llevando como teoría lo que te marquen tus tripas. Y te llamarán loca, y se reirán de ti, hasta puede que acabes saliendo en la wikipedia como ejemplo visual de lo que NO hay que hacer en esta vida. Veo demasiado miedo por aquí, demasiadas dudas, demasiados peros, demasiados "ellos dicen" o "se dice que.."
Creo que ninguna de las personas que tenemos en nuestra idolatría, esos héroes que cada uno guardamos como aspiración o como ejemplo a seguir...ninguno de ellos puso un maldito "pero" a la hora de salir ahí afuera a luchar. Es más, de ellos vienen todas esas frases que guardamos en la libreta mental, ellos crearon esas canciones que todos escuchamos o inspiraron esas películas que somos capaces de vernos todas las semanas.
Y por eso, yo personalmente no es que me vaya a dar al abandono cultural. Simplemente voy a intentar hacer de mi vida un libro, del que se haga una película, que pueda resumir en una canción y de la que pueda sacar MI propia cita textual, que algún día, quién sabe, a alguien le puede servir de algo. Muchas páginas en blanco todavía, es cierto, pero no faltan ganas de llenarlas todas.
Hoy empieza todo. Y a algunos de vosotros, os toca participar.
sábado, 14 de enero de 2012
The perfect LI(v)E
Ella solo quería ser consciente de lo efímero de la vida. Tener aspiraciones y sueños por los que luchar cada día y encontrarse con la realidad de no lograrlos todos. Le apetecía enormemente olvidarse el paraguas en casa y que el cielo se tornase negro pillándole la lluvia por sorpresa. Quería dar una sorpresa y que el "sorprendido" no estuviese allí. Decir esa frase perfecta que dejaría a todos callados y terminar soltando un balbuceo indescifrable. Le gustaba soltar una carcajada en el momento más inoportuno o por el contrario, derramar una lágrima en plena fiesta. Había días que se maquillaba para ir a ninguna parte y otros que aparecía en el peor momento con unas botas de agua. Deseaba correr, tropezarse y hacerse una herida que le impidiese olvidarlo.
Adoraba sus errores porque se negaba a perder la libertad de equivocarse. Ella solo quería ser libre, nadar a contracorriente, ser perfectamente imperfecta...le importase a quién le importase.
Adoraba sus errores porque se negaba a perder la libertad de equivocarse. Ella solo quería ser libre, nadar a contracorriente, ser perfectamente imperfecta...le importase a quién le importase.
lunes, 2 de enero de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)